¡Buenas!
Después
de unos días de descanso, volvemos para contaros nuestra muy buena experiencia
en Portugal, más concretamente en la ciudad de Oporto. Los que ya me seguís por
Instagram ya habréis visto fotos y vídeos durante mi estancia en Porto.
Llevábamos
toda la semana con lluvia y viento por el norte, y por fin… ¡vimos rayos de
sol! Llegamos a la hora de comer (teniendo en cuenta que allí hay una hora
menos) y después de instalarnos en el hotel, comimos en un bar cerca de éste
(nos lo recomendó el recepcionista). Muy buena experiencia, además de una
comida deliciosa y muy económico, ¡100 x 100 recomendable! Por la tarde,
visitamos la plaza, la iglesia y por último ¡disfrutamos de las preciosas
vistas de la ciudad desde lo más alto! Desde la iglesia de los Clérigos. Para
tomar algo y conocerlo, nos acercamos a Cais da Ribeira, una zona muy bonita y
con ambientillo.
El segundo día
lo dedicamos a ver el centro de Oporto. Visitamos la estación de San Benito, La
Catedral… Por la mañana recorrimos la zona céntrica de la ciudad. Llenamos la
tripa en Cais da Ribeira, con música en directo en la calle, y disfrutamos de
la comida en una terraza al sol en A Canastra da Ribeira, recomendada por una
señora de un comercio de la zona, ¡el paraíso! A la tarde, visitamos lugares
más alejados, tales como el Palacio de Cristal, que nos dio la oportunidad de
observar la ciudad desde el mirador. Precioso, ¿verdad?
El
tercer día lo empezamos desde las alturas, montadas en el teleférico. Después,
conocimos la ciudad en barco, viendo muy de cerquita los puentes, las casas
típicas, la zona pesquera, etc. No pudimos resistirnos a su famoso vino, así
que realizamos una visita guiada en la bodega Calém y probamos sus exquisitos
vinos, ¡deliciosos! Después de probar otro restaurante en la zona de la
Ribeira, visitamos de nuevo el Palacio de Cristal, para poder sacar fotos de
día. Cuando quedaban los últimos rayos de sol, nos despedimos de sus jardines
para conocer la zona de shopping (Rua Santa Catarina).
Comenzamos
el cuarto día con una visita guiada de media hora en el Palacio da Bolsa. Merece
la pena visitarlo porque es tan bonito por dentro como por fuera. Las salas que
tiene son preciosas y espectaculares. Pasamos el día en Foz, ¡resulta imprescindible
conocerlo! ¡Es un auténtico paraíso! Además os recomiendo que vayáis al
restaurante Praia da Luz, ¡no os vais a arrepentir! Disfrutamos plenamente de
la naturaleza, sus playas, el sol. ¡Quién diría que estábamos a mediados de
enero, ¿verdad?! En la terraza del restaurante tomamos el café disfrutando de
un precioso atardecer. De vuelta, queríamos haber cogido el eléctrico (tranvía), pero el último ya
había pasado. Así que tuvimos que coger el autobús. Nos bajamos en Aliados y
callejeamos por las calles Rua das Flores, Rua Vitoria… En esta ocasión, y por
ser el último día, nos dimos el capricho de cenar en el Hardrock.
Para
despedirnos de esta ciudad, visitamos la librería Lello y el Mercado de Bolhãu, para realizar todas
las compras de souvenir (es el mejor
sitio y el más económico). Al terminar hicimos la última parada en el Caffe
Majestic, la fachada es bonita y la decoración de dentro merece unas fotos.
Ha
sido un viaje muy ameno, divertido… ¡Os encantará! Hace unos meses conocí la
ciudad de Lisboa… Y ya sé que las comparaciones son odiosas pero… siempre
tendemos a comparar ¡Los dos son lugares maravillosos con monumentos y espacios
preciosos que visitar! Durante los cuatro días de estancia, planificamos
visitar toda la ciudad de manera tranquila y relajada, mucho mejor que estar de
un lado a otro, sin apenas tener tiempo de disfrutar… ¡Todo un acierto!
¡Hasta
pronto!