¡Buenas!
Esta vez… ¡toca un post viajero! El lunes de hace dos semanas no puede actualizar el blog puesto que no estaba aquí ya que “A Lisboa en tren de lujo yo viaja”… ¡Estaba en Lisboa de mini vacaciones! Un destino muy muy recomendable. Y sobre todo si tienes una guía tan genial como fue en mí caso.
El
tiempo acompaño mucho en este viaje como vais a poder ver en las fotografías.
Nuestra estancia allí fue de 4 días en el Barrio
de Ajuda.
El
primer día visitamos centro histórico de Lisboa. ¡Maravilloso! Los edificios,
el ambiente de la ciudad, las plazas, los músicos que ambientaban cada uno de
sus rincones… Pero sobre todo que contaba con una compañía extraordinaria. Con
lo cual ¡nada podía ir mal!
Ese
centro histórico tradicional y `decadente´ tiene algo muy especial. Visitamos
el elevador de Sta Justa, situado
junto a las Ruinas do Carmo, unas ruinas
que quedaron de una iglesia después del terremoto de Lisboa de 1755, las plazas de Rossio y de Figueira, y
como no la Plaza do Comercio, que se
trata de la plaza principal de Lisboa con vistas al rio Tajo. ¡Me encantó!
El barrio de Alfama,
denominado cuna del fado de Lisboa con callejuelas pequeñas y retorcidas y
casas típicas por las que ¡es un placer perderse y callejear! Tuvimos mucha
suerte porque pudimos disfrutar y conocer el Mercado da Ladra, un
mercadillo con todo tipo de objetos nuevos y de segunda mano. ¡No pudimos dejar
pasar la oportunidad!
Después de cenar, y para comenzar la noche fuimos al mercado de la Ribeira a beber unas Ginginhas, un licor de cereza que se sirve en vasitos de chocolate. Después subimos a Barrio Alto, el cual es el punto de encuentro más importante en el que da comienzo la vida nocturna. Estaba lleno de pequeños bares y disfrutar de su ambiente… ¡era genial! La temperatura nos permitió sacar las cervejas a la calle y las tomamos allí tranquilamente. Debo decir, que Barrio Alto ¡me pareció un lugar fantástico!
El
segundo día fuimos a comer a el restaurante
Galão, situado en Alcãntara. Un
sitio estupendo con un trato excepcional.
Después
de llenar la tripa visitamos la LX
Factory. ¡Muy muy muy recomendable! Son unas fábricas abandonadas y
antiguas en las cuales puedes disfrutar de su esencia y arte callejero. Además,
de encontrarte un mercadillo con ropa de segunda mano, ropa echa a mano,
complementos…
En el
Barrio de Mouraria disfrutamos de una
música cubana en directo en muy buena compañía. Este es uno de los barrios más
tradicionales de Lisboa y a la vez multicultural, y cuenta con la Asociación Renovar a Mouraria para la rehabilitación del barrio. Por lo que
todos los fines de semanas se puede disfrutar de música en directo entre los
rincones que sus pequeñas casas nos ofrecen.
El
tercer día por la mañana visitamos el Jardín
Botánico de Ajuda. Un jardín situado en el barrio de Ajuda que cuenta con alrededor de 1700 especies y ¡una de
las mayores colecciones de orquídeas del mundo! Además esconde parte de la
historia lisboeta, ya que fue el primer jardín botánico construido en Portugal.
Todo ello con las preciosas vistas que nos regala al rio Tajo y al puente del 25 de Abril. ¡Un lugar para
disfrutar de la naturaleza en medio de la ciudad!
Después
nos desplazamos a Belém otra de las
zonas muy interesantes para visitar situada junto al río Tajo. Aquí se
encuentran los tres monumentos más populares de la ciudad: La Torre de Belém, el Monasterio
de los Jerónimos y el Monumento de los Descubridores ¡increíbles y con mucha historia! ¡No
podéis perdéroslos! Tampoco nos podíamos perder la popular
fábrica de Pasteles de Belém, una
referencia de la repostería lisboeta. Recomiendo a todo el mundo que tenga la
oportunidad que los pruebe ¡están deliciosos! Todo esto, rodeado de jardines
¡daban ganas de tumbarse un rato!
Para despedirnos de esta acogedora
ciudad, el último día de estas mini vacaciones nos fuimos a visitar Sintra, considerada Patrimonio Mundial
de la UNESCO. Es una villa que hace recordar los cuentos de Hadas, sobre
todo si tienes la oportunidad de perderte
en sus números castillos y jardines. Nosotras optamos por visitar Quinta da Regaleira ¡Es increíble para
pasear entre árboles y descubrir sus pasadizos secretos!
¿Se refleja lo bien que nos lo hemos pasado y lo preciosa que es la ciudad?
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